¡Hola amigos! Ayer en casa hicimos una actividad de transición, ya que limpiamos en el cuarto de Josué clasificando ropa, juguetes y libros para donar porque ya es necesario un cambio en la talla, porque sus juegos ahora involucran a otros personajes y porque sus intereses se van ampliando. Después de agradecer a las pijamas, carritos y dibujos por el tiempo compartido fueron inevitables las lágrimas y el abrazo por los entrañables recuerdos que tenemos. Somos testigos de cómo el tiempo sigue su curso, avanza y nos emociona lo que nos depara por vivir, teniendo confianza en que siempre nos sucede lo mejor para nuestro mayor bien.         Estoy agradecida con la vida por permitirme disfrutar del crecimiento de mi hijo. Hace dos meses él cumplió ocho años y ha sido un privilegio escuchar cómo se va haciendo consciente de su propio desarrollo, por ejemplo, hace unos días mencionó que su rostro está cambiando y claro, como cada momento es perfecto para platicar de diversos temas, este c