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Educando en casa a nuestro hijo único.

¡Hola a todos! Anoche tuvimos la oportunidad de apreciar el eclipse de luna; una noche hermosa en el techo con cafecito caliente, pijamas, abrigos, pizza, canciones en honor a la luna y la compañía de mis padres, mi hermano, tía, nuestra gatita Valiente, amigos en la distancia reportando vía whatsapp cómo veían el eclipse, y mi hermosa familia de tres integrantes. Mientras observaba la maravillosa naturaleza nocturna, sentí gratitud y amor por vivir con Rafa y Josué momentos de bendición. Esto me llevó a querer compartir con ustedes mi experiencia como mamá que acompaña a un hijo por la senda de la educación en el hogar y en todo lugar.
       Si les dijera cuántas veces me han preguntado "¿cuándo la parejita?", refiriéndose a cuándo tendré otro hijo, ¿me creerían que he perdido la cuenta? Con el tiempo y basada en mis observaciones, reflexiones y análisis del comportamiento humano y social😄, he llegado a la conclusión de que muchas ocasiones esa pregunta me la formulan como un simple saludo, por nerviosismo al no tener temas de conversación, por costumbre social, para romper el hielo y otras veces por verdadera curiosidad e interés. Se parece mucho a la situación en la cual un adulto saluda a un niño y su primera pregunta suele ser algo relacionado con la escuela: "¿Cómo te va en la escuela?", "¿en qué año vas?", "¿cómo se llama tu maestra?" o "¿porqué no fuiste hoy a clases?". Es una costumbre hacer la relación niños-escuela y se vuelve automático hacer este tipo de preguntas. Pienso que sería más interesante preguntar: "¿Cuál es tu caricatura favorita?", "¿qué sabor de helado prefieres?" o "¿puedo jugar contigo?".
      Hoy nuestra realidad es que somos una familia de tres y disfrutamos mucho de nuestra compañía. Ahora, agreguemos la idea de que además de ser hijo único... es educado en casa...😵...Ya se imaginarán lo que he recibido en opiniones:
Está solo.
No tiene con quien jugar.
No es sano vivir así.
¿Cómo va a socializar?
Lo estás aislando.
Será antisocial.
Crecerá egoísta y consentido.
Lo estás sobreprotegiendo.
¿Cómo hará amigos?
¿Con quién celebrará cumpleaños o navidades?
¿Quién lo apoyará en los momentos difíciles?
Necesita por lo menos un hermanito... y más comentarios similares. 
      He pasado por el proceso de entender y perdonar a las personas que me hacen comentarios como estos porque me hablan desde su perspectiva, desde sus experiencias y puntos de vista. Está bien, ya que es un buen ejercicio espiritual escuchar sus opiniones y respetar sus buenas sugerencias y buenas intenciones😉. Fue necesario para mí centrarme en mi presente y comprenderme; escuchar a mis propios temores como madre y mujer; soltar miedos  y expectativas y sobretodo ha sido interesante aprender a disfrutar de mi realidad. He llegado a la conclusión de que esos comentarios tienen su origen en el temor a la soledad; mucha gente no sabe pasar tiempo consigo misma y necesita de la constante compañía física aún cuando no logran relacionarse en armonía. Alguna vez, un amigo me comentó que él creció con cinco hermanos y aún así llegó a sentirse solo e incomprendido.
       Les comparto todo esto, porque al iniciar en el camino de la educación libre y respetuosa, notaba que la mayoría de las familias que regalan sus experiencias tienen dos o más hijos. Yo era tan nueva en este tema que me cuestionaba si era posible este proyecto con un sólo hijo. Tenía tanta dudas que imaginaba tener más bebés para poder guiarlos a todos de esta manera; confieso que me emocionaba pensar de que si tenía otro hijo, haría las cosas de manera diferente: no lo enviaría al preescolar, no sería tan estricta, respetaría más sus tiempos y necesidades, lo abrazaría más, practicaría la crianza respetuosa desde los inicios...en fin, ¿alguna vez se han sentido así? ¿Alguna vez han pensado que con lo que hoy saben, harían las cosas diferentes con una nueva oportunidad?...Bueno, en esos momentos no entendía que yo estaba pasando por una desintoxicación de remordimientos y nostalgias, ya que conforme iba conociendo el mundo de la educación en familia y crianza consciente tuve un despertar: una verdadera experiencia espiritual que ha necesitado tiempo y humildad para reconocer mis errores, aceptar mis responsabilidades y sanar relaciones con mi esposo, hijo y conmigo misma.
       El tema de la maternidad se volvió cada vez más importante para mí, leía artículos referentes a la crianza de un sólo hijo, las ventajas, desventajas, escuchaba entrevistas a madres educadoras y también sostuve pláticas informales con gente de mi entorno que es hijo único o que son padres de hijos únicos. Quería acercarme lo más posible al testimonio de personas que decidieron o que la vida los ha bendecido con un amor: un hijo o una hija. Me encontraba en una etapa de mi vida en la que necesitaba definir mis objetivos personales y familiares; ser honesta conmigo misma y platicar mucho con mi esposo. Ambos, hoy nos sentimos afortunados y bendecidos por compartir una historia de amor con nuestro hermoso Josué; él ha sido nuestra gran inspiración para entender que independientemente de cuántos hermanos o hijos sean en una familia, lo importante es AMAR incondicionalmente a cada integrante. Lo más bonito es que este conocimiento de respetar necesidades tanto físicas como emocionales y de valorar el ser auténtico de cada persona, nos ha llevado a disfrutar más la compañía de nuestros sobrinitos. Somos más conscientes del trato que queremos brindar a cada infante en nuestras vidas.
       Por lo pronto, sí puedo platicarles lo que hacemos hoy en una familia de tres💖👪🙏:
     
1. Lo apoyamos en sus gustos y necesidades.
Josué es un niño activo, le encanta saltar, nadar y correr. Actualmente entrena atletismo y natación. Ha iniciado su aventura en un grupo Scout y le encanta. También nos ha pedido entrar a un equipo de fútbol y quiere aprender a tocar la batería. Ha sido un reto para mí porque yo tiendo a ser más pasiva (realmente no he sido muy atlética que digamos)🙈 pero me encanta la idea de recurrir a mi niña interior para jugar con mi hijo: juegos de mesa, tiro al blanco, lego, fútbol, canicas o caza venado. Aquí es donde mi esposo Rafa también tiene una disposición increíble para jugar y correr con nuestro hijo y los sobrinos. Es hermoso ver cómo lo aprecian y les da gusto verlo porque saben que es un tío que juega con ellos. 
       Por ser la persona que más convive con Josué por las mañanas, compartimos varias actividades. Yo entro a su mundo de juegos o caricaturas y él también me apoya en las actividades como ayudarme a cocinar, a tender o doblar la ropa limpia, a barrer el patio, a limpiar el frente de la casa o a lavar los trastes. Pasamos mucho tiempo platicando, cantando e imaginando mientras realizamos actividades del hogar o diligencias fuera de casa. 

2. Le proporcionamos espacios interesantes.
Sea una visita al zoológico o al planetario, eventos deportivos, conciertos o programas científicos, Rafa y yo estamos en la disposición de tener una agenda variada y tenemos el interés de descubrir juntos las diversas expresiones culturales. También tenemos nuestras citas exclusivas de mami-hijo y salidas de papi-hijo para compartir tiempo especial con él.

3. Confianza
Al ser el único niño en la familia recibe atención y sabe que sus preguntas son importantes para nosotros. Llevamos una libreta donde apuntamos sus dudas y le damos a entender que su forma de ver la vida es tan válida e importante como la de todos nosotros. Esto lo ha llevado a una estimulación intelectual que se refleja en la profundidad de sus pensamientos y preguntas; es nuestro niño observador y filósofo. Hemos recibido muy buenos comentarios respecto a sus habilidades de integración y participación; varios adultos han mencionado que les impresiona cómo lee, cómo se expresa, su habilidad matemática, los valores de justicia, análisis que transmite, la determinación y fuerza con la que entrena; nos han dicho que es muy sociable e inteligente. Yo creo que es el resultado de recibir la atención y confianza de sus padres y de los que lo rodean. Claro que también la personalidad, carácter, esencia y rasgos únicos de Josué son determinantes. 

4. Amigos y juegos.
Visitamos a la familia, juega con sus primos, recibimos visitas o simplemente nos ponemos de acuerdo con mis amigas para salir a pasear con los chicos. De esta manera juega y comparte tiempo con niños de diversas edades. Algo que me asombra es cuando vamos al parque y quiere integrarse a las dinámicas que ve, se acerca con seguridad y pregunta si puede jugar con ellos.
       Como pueden darse cuenta, actuamos muy similar a cualquier familia que tenga dos o más niños.No hacemos nada fuera de este mundo o extraordinario sino que al contrario, compartimos similitud en objetivos


Como papás buscamos la manera de considerar y respetar las necesidades infantiles. Estamos dispuestos a apoyar, acompañar y amar incondicionalmente a nuestro hijo. Queremos y deseamos una vida plena y significativa para él. Sabemos que cada ser es auténtico e irrepetible...así que de alguna manera, cada hijo es único.

       La vida nos da regalos y sorpresas que realmente no sabemos exactamente lo que nos depara en los tiempos venideros; sólo tengo la firme convicción de que todo lo que nos toca vivir es siempre para nuestro mayor bien y beneficio, por ejemplo, hace 4 años estábamos en festivales de preescolar aplaudiendo a nuestro hijo y hoy me encuentro aquí escribiendo en nuestro blog familiar acerca de lo que ha significado para nosotros la vida con metodologías alternativas a las tradicionales.
      Por supuesto que también tengo temores y dudas legítimas de toda madre: ¿estaré haciendo lo correcto?, ¿estoy en buen rumbo?, ¿necesito cambiar de metodología?, ¿cuál será el resultado de esta decisión?...Estoy segura de que la gran mayoría de las mamás sentimos incertidumbre una que otra ocasión, ya sea con 4, 7 o un sólo hijo. Es parte de nuestra naturaleza maternal. Así que cabe aclarar que de acuerdo a mi experiencia y desde mi punto de vista, se puede educar en casa y en todo lugar con cualquier número de integrantes en la familia; lo importante y básico es considerar las necesidades de los niños: necesidad de descanso, de movimiento, de alimentación, de juego, de respeto, etc.
      Algo interesante que les puedo compartir es que dos días a la semana estamos en disposición de cuidar a nuestro sobrino Mathi de 5 años. En esos días vivo la experiencia de estar en casa con dos niños, cada uno con su personalidad, sus gustos, intereses y necesidades. En esos días somos una familia de 4 integrantes. Lo curioso es que cuando nos ven en la calle piensan que es mi segundo hijo...¿y qué creen que me han preguntado?..."¿Y para cuando la niña?"😒🙈🙊😂😂. Yo simplemente saludo y sonrío.
       Si ustedes viven la experiencia de crecer con un hijo en casa, me encantaría saber cómo se sienten, qué opinan y qué nos pueden compartir para comprender la belleza que cada familia vive porque al final eso es lo que da sabor a la vida: la diversidad de familias e ideologías. Mientras tanto les envío un gran saludo, abrazos digitales y muchas bendiciones. Chao, hasta la próxima. Nos amo💜.



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